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El derecho olvidado a una buena salud mental

Salud mental

Existen una serie de derechos fundamentales que todo ser humano, sin distinción, ha de ver cubiertos. Uno de ellos es la protección a la salud, cuestión a la que la Constitución española se refiere en su artículo 43, en el que se establece la competencia de los poderes públicos a “organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios”. La invisibilización que históricamente ha acompañado a la salud mental, ha ocasionado que durante años la salud se haya relacionado con un bienestar principalmente físico y no psicológico. En esta línea, el lema escogido para el Día Internacional de la Salud Mental, celebrado el pasado 10 de octubre, era “La salud mental es un derecho humano universal”. La frase haría un llamamiento a la protección de la salud mental, gracias a un mayor conocimiento y sensibilización, mediante la puesta en marcha de medidas que partan de la idea de entenderla como un derecho básico.

El empeoramiento de la salud mental de la población, junto a la creciente visibilidad que se estaría empezando a dar a problemas que hasta el momento habían permanecido silenciados, ha llevado a los gobiernos a centrar sus esfuerzos en la puesta en marcha de políticas que atenúen esta situación. En lo que se refiere a España, se encuentra la actualización de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (2022-2026), que parte de la atención integral de la persona. Entre las principales líneas de actuación de la citada estrategia se encontraría la prevención de la conducta suicida, ante el crecimiento exponencial de muertes relacionadas por esta causa, especialmente entre los más jóvenes. El suicidio sería la principal causa por muerte externa en nuestro país, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Luchar contra esta realidad demanda el refuerzo de la atención sanitaria, especialmente afectada por la escasez de profesionales. Y es que mientras la media europea se situaría en dieciocho psicólogos por cada 100.000 habitantes, en el caso de España tal cifra se reduciría a seis.

Salud mental en el ámbito laboral

El 40% de los ciudadanos españoles consideraría que no gozaría de una buena salud mental y un 74,7% de la población afirmaría que esta habría sufrido un deterioro en los últimos años. Además de cuestiones de carácter familiar, uno de los mayores detonantes en la aparición de los problemas de salud mental, estaría relacionado con la autoexigencia en el ámbito profesional y académico. Precisamente en esto último estarían trabajando desde Europa, como medio para garantizar una buena salud mental. De acuerdo con lo recogido en la estrategia presentada en el mes de junio por la Comisión Europea en materia de salud mental, “el 27 % de los trabajadores ha declarado haber experimentado estrés, depresión o ansiedad relacionados con el trabajo durante los doce meses anteriores, lo que aumenta las probabilidades de absentismo y tiene graves repercusiones en las vidas de los trabajadores y la organización de las empresas”. Por ello, una de las acciones que se estarían poniendo en marcha desde la UE estaría orientada a presentar una iniciativa sobre los riesgos psicosociales a medio plazo en el ámbito laboral.

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