Vuestra organización se encuentra en ese momento en que entran en juego aspectos como las expectativas para la proyección del colectivo en el ámbito europeo, buscáis un mayor reconocimiento social, ideas frescas, avanzar en la responsabilidad social, una mejora de la percepción social, un cambio profundo en la imagen, valoráis la implantación de servicios que mejoren la calidad de los ya prestados, la organización de talleres formativos, jornadas o actos para aportar valor, la creación de comunidades o la consolidación de las relaciones institucionales, entre otros.

Vuestra entidad lo tiene todo bajo control... o casi todo. La estructura, los departamentos y las funciones bien definidas. La misión y objetivos. Contáis con una notable reputación y presencia... ¡Enhorabuena! Seguro que habéis trabajo mucho para llegar hasta ahí. Sin embargo, puntualmente surgen novedades que se han de abordar de forma adecuada para favorecer la adaptación y mantener vuestros estándares de calidad. No llegáis a todo. Necesitáis una colaboración puntual para dar respuesta a cuestiones como el análisis de riesgos normativos y su cumplimiento, las responsabilidades derivadas de determinadas acciones o inacciones, el alcance del incumplimiento. Todo ello debe ser abordado con conocimiento y profesionalidad.