El compliance requiere ser exigente y riguroso con el cumplimiento normativo, pero también, y dando un paso más, con la excelencia organizativa. Es por ello que toda organización ha de tener en cuenta su adaptación a las exigencias normativas penales, relativas a la transparencia, acceso a la información y buen gobierno, o la protección de datos. También conocer los márgenes de actuación en materia de competencia o conforme a los códigos de ética o deontología profesional en función del carácter jurídico de la entidad. El peso asimismo de las buenas prácticas o la responsabilidad social corporativa en la imagen y la marca, son sin duda, aspectos que tienen impacto social y repercusión en la imagen corporativa.
Algunas de nuestras labores
Análisis, evaluación, elaboración de manuales de prevención de riesgos y seguimiento en las siguientes áreas: