En su dinámica tradicional, las organizaciones han trabajado siempre por ofrecer un producto o servicio…
¿Por qué cualquier entidad debería contar con un gabinete de comunicación?
La comunicación corporativa se ha convertido en los últimos años en la esencia de cualquier empresa u organismo interesado en fortalecer su imagen, mediante la transmisión fidedigna de los valores más característicos de la entidad y la consolidación de un estatus reputacional. En este sentido, los gabinetes de comunicación trabajan por conseguir que el mensaje que se quiere trasladar desde arriba sea el adecuado, cuidando cada una de las etapas que integran dicho proceso comunicativo, desde que se procede a elaborar una información, hasta que esta es recibida por el público objetivo. Mediante el desempeño de su actividad profesional, los gabinetes de comunicación afianzan la relación entre la compañía y la sociedad, actuando como un canal intermedio entre ambas partes y centrando su meta en que la imagen que se quiere proyectar desde la empresa coincida con la opinión generada en el exterior. Para ello, resultará imprescindible trabajar tanto en la comunicación interna, como externa, de manera que ambas confluyan hacia un objetivo común: emitir un mensaje claro e íntegro que sepa recoger los principios de la empresa. Por tanto, igual de importante será disponer de un equipo de expertos encaminado a este fin, como encontrar aquel que sepa dar cobertura a todas las necesidades que se plantean desde la organización. Pero ¿qué características convierten a un gabinete de comunicación en una herramienta imprescindible?
En primer lugar, es fundamental que aquellas personas que van a desempeñar la labor comunicativa de la organización conozcan en profundidad el sector en el que esta se desenvuelve. El gabinete es, en muchas ocasiones la cara visible de la empresa, por lo que su especialización es una condición más que necesaria para lograr que la imagen que se quiere emitir desde la misma sea lo más certera posible. Además de su familiarización con el sector, disponer de una plantilla multidisciplinar es, sin duda, otro de los factores a tener en cuenta. De esta manera, más allá de la figura del periodista o del experto en comunicación, quien desempeñará las tareas cotidianas del día a día, el contar con un profesional en materia jurídica, marketing o diseño gráfico, no hará más que incrementar las posibilidades comunicativas de la entidad.
Antes de realizar cualquier tipo de acción, esta deberá ir enmarcada en un plan estratégico que recoja las principales líneas de actuación a llevar a cabo, y cuya actualización podrá realizarse de manera periódica. Es importante que a la hora de ejecutar una estrategia comunicativa esta contemple una serie de actuaciones bidireccionales que permitan mejorar la imagen externa, pero también, aquella generada dentro del propio organismo. Es decir, el primer paso hacia la consolidación de una buena reputación pública comienza por hacer partícipe del proceso informativo al propio trabajador. Asimismo, la elaboración de comunicados internos, notas de prensa o noticias, además de la cobertura de eventos, entre otras funciones, debe ir acompañada de un buen manejo de las redes sociales, siendo esta una parte importante del trabajo desempeñado por los gabinetes al considerarse una herramienta más que necesaria para ofrecer una buena comunicación y fortalecer la relación entre marca y cliente.
Comunicación visual y reacción frente a las crisis
En lo referido al entramado comunicativo, pese a ser la palabra la principal protagonista, la función del gabinete de comunicación consistirá en prestar atención a otras cuestiones que se escapan de la comunicación verbal, pero que indistintamente adquieren un gran peso en la imagen de la entidad. No solo importa qué se comunica, sino también cómo se hace. Y para ello, es necesario prestar atención a otros elementos corporativos como pudiera ser el logo, la tipografía o el diseño elegido para la web. A su vez, el gabinete será el encargado de mantener una estrecha conexión con los medios, dando a la empresa cabida en los mismos.
Sin embargo, una de las funciones que más imprescindible convierte a los gabinetes de comunicación esa es, sin duda, su capacidad de reacción frente a situaciones de crisis. Ante un hecho inesperado, los profesionales que los conforman ayudan a la empresa a adoptar una decisión lo más respetuosa posible con la imagen corporativa de la marca, actuando desde el compromiso y sin faltar a los valores deontológicos.
En definitiva, los gabinetes de comunicación prestan los servicios necesarios para lograr dar visibilidad a un trabajo que, de no ser por ellos, permanecería oculto para la sociedad.
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