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La universidad española, lejos de cumplir las expectativas de sus egresados

Titulados universitarios

La universidad española se quedaría obsoleta a la hora de responder a las demandas del mercado de trabajo. Así lo creería un 53% de los graduados universitarios, para quienes sus estudios no se ajustarían a las exigencias laborales, según mostraría el «barómetro elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo» acerca de la valoración de la sociedad sobre la calidad del sistema universitario. Los entrevistados se mostrarían especialmente críticos con el modelo por el que se regiría el actual sistema, en el que, a su juicio, la parte teórica seguiría predominando con mayor vehemencia frente a la práctica.

El barómetro también pondría el foco en la sobrecualificación de los titulados universitarios, destacando como más de un tercio de las personas encuestadas consideraría que los egresados universitarios estarían en puestos que requieren una cualificación menor que su nivel de estudios. La opinión de este 33% de la población coincidiría con los últimos datos publicados recientemente por Eurostat, relativos al 2022, que vuelven a situar a España, por undécimo año consecutivo, como el país europeo con mayor porcentaje de trabajadores sobrecualificados. Una realidad que experimentarían un 34,3% de los graduados superiores nacionales, existiendo una diferencia de apenas un punto entre hombres y mujeres, siendo estas últimas las que lo sufrirían con mayor frecuencia. Por su parte y, aunque todavía elevada, la media europea se encontraría muy por debajo, situándose en el 22,1%. Como resultado, España perdería talento por partida doble, debido a quienes no pueden desarrollar sus competencias y aquellos que, para hacerlo, han de emigrar a otros países. En lo referido a esto último y, como medida de contención, el Gobierno aprobaba el pasado año el “Plan de atracción y retención del talento científico e innovador de España”, destinado a retornar, atraer y retener el talento, a través de una serie de medidas que se iniciaban en junio del 2022 y que finalizarán en diciembre del 2023.

Aportación de la universidad a la sociedad

Las deficiencias detectadas en el modelo universitario, especialmente por los más jóvenes, llevaría a que un 39% de la población española considere que el tiempo y dinero invertido durante esta etapa no compense los beneficios posteriores. Pese a ello, la ciudadanía consideraría que la institución ayudaría a atraer y generar talento, impulsar la competitividad, contribuir al progreso social o acceder a empleos de mayor calidad. También, destacaría su capacidad para fomentar el bienestar y desarrollo profesional, así como para lograr una sociedad más democrática, diversa y equitativa. Los resultados muestran como la convicción de que la formación universitaria contribuiría a garantizar un mayor desarrollo tanto individual, como social, así como una mayor inserción, seguiría imperando en la actualidad, No obstante, el modelo universitario ha de avanzar hacia un nuevo sistema que se adapte a las necesidades reales de un mercado de trabajo cambiante como el actual, en el que se requiere una formación constante por parte de quienes lo componen.

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