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La pandemia acentúa la desigualdad entre hombres y mujeres

La pandemia ha generado nuevas formas de exclusión, acentuando a su vez otros problemas estructurales presentes en nuestros sistemas. En el ámbito económico, las mujeres son las que sufren los efectos más adversos de una crisis que vuelve a llenar de precariedad el mercado laboral español, incrementando la brecha salarial de género hasta un 23% y haciéndonos retroceder a niveles del 2013, según lo apuntado en un reciente estudio por la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF). A pesar de que la puesta en marcha de subsidios salariales por parte de los países europeos ha logrado atenuar la pérdida de masa salarial entre los y las profesionales, en su Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala a las mujeres como las principales damnificadas de tal disminución, con unos valores del 6,9% frente al 4,7% registrado por los hombres. La principal causa que explicaría esta reducción en la renta, tal y como se apunta desde la OIT, vendría justificada por una “caída de las horas de trabajo”, más que por una cuestión de despidos.

El aumento de contratos a tiempo parcial por cuidado de menores, mayores o dependientes a lo largo de este último año revela como las mujeres siguen teniendo serias dificultades a la hora de conciliar la vida laboral con la profesional, constatando como las responsabilidades en el ámbito familiar siguen recayendo principalmente sobre estas, en detrimento de su carrera profesional. De hecho, modalidades como el teletrabajo, considerado como una vía mediante la que lograr dicha conciliación, no habría hecho más que aumentar, en muchas ocasiones, su carga de responsabilidades. Además de la reducción de jornada, desde CSIF denuncian que, si bien acogerse a esta modalidad no incidiría negativamente en las rentas de las trabajadoras, muestra la disparidad  existente en el reparto de tareas familiares según el sexo, siendo un claro reflejo de ello la situación que se vive en la Administración General del Estado (AGE), en la que en torno a un 63% de las funcionarias estarían teletrabajando por motivos estrictamente relacionados con el cuidado de mayores y menores, siendo esta la causa principal para un 37% de los hombres.

La disparidad salarial entre sexos ha llevado a la Comisión Europea a presentar recientemente una serie de propuestas mediante las que poder avanzar hacia una equiparación real entre los y las profesionales. Desde la Comisión apuntan a la falta de transparencia salarial como uno de los principales factores que facilitarían esta desigualdad en las retribuciones de hombres y mujeres con las mismas funciones. A fin de lograr mayor justicia en este ámbito, desde Bruselas ven necesario que tanto empresas como instituciones públicas proporcionen a los solicitantes información relativa al salario inicial o, en su defecto, una aproximación al mismo, previa a la entrevista personal. Del mismo modo, se plantea que aquellas organizaciones con más de 250 trabajadores deban hacer públicos los datos relativos a la brecha salarial de género, estableciendo que en aquellos casos que esta sea superior a un 5% se apliquen medidas sancionadoras. Unos mecanismos que, a su vez, podrán permitir a las personas afectadas por tal discriminación reclamar una serie de bonus compensatorios.

Mayor tasa de desempleo

Consecuencia de la actual crisis, las mujeres han visto en mayor medida que los hombres como sus salarios se reducen o sus carreras profesionales quedan estancas debido a las dificultades que experimentan para alcanzar esa conciliación anteriormente señalada. Situaciones a las que también se adhiere un incremento en la tasa de desempleo, siendo España el país europeo en el que más se habría visto aumentado el paro femenino, con unos valores que alcanzarían el 18,1% según Eurostat. Cifra que, a su vez, se complementa con los últimos datos aportados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en los que se apunta como de las 4.008.789 personas desempleadas en nuestro país un 57% serían mujeres. Por ello, en el marco Día Internacional de la Mujer, celebrado cada 8 de marzo, la ONU hace de su lema este año “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la COVID-19”, una frase que nos recuerda que la pandemia no puede suponer un retroceso en el avance hacia la igualdad real entre hombres y mujeres.

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