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Alfabetización mediática y transparencia institucional frente a la desinformación

Desinformación

Reconocido internacionalmente como un derecho fundamental, el derecho a la información se vería vulnerado cada vez con mayor frecuencia, resultado del crecimiento que estaría viviendo la desinformación. Ante la manipulación reiterada a la que se vería sometida la información, los expertos incidirían en la alfabetización mediática a la hora de hacer frente a una problemática, que atentaría gravemente contra la democracia y los sistemas de seguridad nacional. “Sin información no tendría sentido la democracia, al ser un sistema que basa su funcionamiento en ciudadanos informados”, exponía el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y política de seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, durante la presentación del libro “Lucha contra las campañas de desinformación en el ámbito de la Seguridad Nacional: propuestas de la sociedad civil”, en un acto organizado el 27 de septiembre en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid.

El libro, en cuya elaboración han participado profesionales de diferente índole, sería una iniciativa impulsada por el Departamento de Seguridad Nacional y pondría en valor la necesaria colaboración público-privada a la hora de combatir la desinformación, una de las líneas que integraría la Estrategia de Seguridad Nacional 2021. En lo referido a esto último, el citado libro recoge en su capítulo quinto una serie de principios orientadas a servir de guía en la elaboración de una estrategia nacional que permita contener las campañas de desinformación a través de la colaboración de los actores privados y la sociedad civil. Las propuestas irían encaminadas a la formación de los usuarios en este ámbito y el diseño de políticas públicas y privadas basadas en un mayor conocimiento científico.  “Hay que explicar las consecuencias de este fenómeno, no solo sobre el estado o las instituciones, sino también sobre el sector civil, las empresas, los individuos. Esos efectos no son siempre tan tangibles como para que los afectados puedan estar alerta de los riesgos y de las medidas para paliarlos”, exponía Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano. En un sentido más específico, y haciendo hincapié en esa conciencia crítica, en ocasiones inexistente, el documento aborda en el segundo de sus capítulos la alfabetización mediática, situándola como la herramienta más eficaz a la hora de luchar contra la desinformación. Un aspecto en el que reparaba Aurelio Martín, vicepresidente primero de la FAPE, quien, aludiendo a las conclusiones planteadas por su grupo de trabajo, resaltaba la necesidad de incorporar esta cuestión al currículo académico. “Además de incorporar la tecnología en las aulas, también hay que dotar a los alumnos de conocimiento sobre la repercusión de los mensajes para prevenir y eliminar discursos de odio y promover una cultura de encuentro y paz”, recordaba Martín.

Destacando el trabajo que todavía quedaría por hacer en materia regulatoria, así como la complejidad del mismo, los expertos coincidirían en que las regulaciones han de ir acorde con las directrices marcadas por la Unión Europea. Cuestión, en la que reparaba Yolanda Quintana, secretaria general de la Plataforma en Defensa por la Libertad de Información (PLI) y una de las partícipes del grupo de trabajo que habría dado lugar al segundo de los capítulos, “Propuestas de regulación ante la desinformación”.  El grupo propone mejoras en la regulación institucional y orgánica en la lucha contra la desinformación en línea de una mayor transparencia e integración de la sociedad civil. En línea con esta idea Aurelio Martín, alentaba a las instituciones públicas a realizar un mayor ejercicio de transparencia, reflexionando acerca de cómo la ausencia de información daría paso a la desinformación. Un ejercicio en el que también tendrían cabida los códigos deontológicos como medida de contención contra la desinformación y actuando como una garantía del buen ejercicio profesional y del compromiso del profesional con la verdad.

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